Explora proporciona a los viajeros bastones de trekking, cascos y polainas para cabalgatas, y les entrega una botella de agua.
Requerido para todas las actividades:
- Sombrero para el sol
- Gorro de polar/lana/impermeable
- 1ª capa térmica: superior e inferior
- 2ª capa: polar
- 4ª capa: Chaqueta y pantalones impermeables
- Camisetas de manga corta y larga
- Pantalones, shorts y calcetines (largos) de senderismo
- Zapatillas de trekking
- Guantes finos y guantes a prueba de viento
- Bufanda o prenda protectora para el cuello
- Leggings impermeables
- Gafas de sol y bloqueador solar
- Mochila pequeña (25 litros)*Si viaja entre Mayo – Septiembre, considere llevar linterna frontal
Opcional para todas las actividades:
- Traje de baño
- Sandalias
- Camelback
En El Calafate, el clima forma parte de la aventura. Ubicado en lo profundo de la Patagonia argentina, este territorio remoto vive las cuatro estaciones con contrastes marcados: desde veranos ventosos hasta inviernos cubiertos de nieve.
- Verano (diciembre a febrero) Los días son largos y las temperaturas rara vez superan los 20 °C. El viento puede soplar con fuerza sobre la estepa y las aguas turquesa del Lago Argentino, pero la luz —dorada y extensa— hace de esta temporada el momento ideal para explorar glaciares, senderos y rutas diseñadas por Explora en esta parte del mundo.
- Otoño (marzo a mayo) El paisaje se tiñe de tonos rojos, ocres y cobrizos. Las temperaturas bajan, el viento se tranquiliza y la región adquiere una calma que invita a la introspección y la contemplación.
- Invierno (junio a agosto) El Calafate se transforma en un refugio sereno. La nieve cubre las montañas y la estepa, creando una atmósfera de quietud donde el silencio domina y los glaciares se imponen bajo una luz invernal más suave. En los días despejados, las caminatas ofrecen una calidez inesperada.
- Primavera (septiembre a noviembre) El paisaje renace: las flores silvestres brotan en la estepa, los días se alargan y la fauna regresa —guanacos, cóndores y flamencos vuelven a poblar las orillas del Lago Argentino.
A lo largo del año, el clima de El Calafate recuerda a cada viajero que la Patagonia es tierra de contrastes y belleza. Ningún día es igual a otro, y es precisamente esa imprevisibilidad lo que la vuelve inolvidable.